Bursitis de Cadera | Síntomas, tratamiento y diagnóstico | IMSKE
 

Enfermedades – Tendinitis rotuliana

bursitis rodilla

La tendinitis rotuliana es una lesión en el tendón que conecta la rótula con la tibia.

Síntomas

El dolor es el síntoma más común. Al principio sólo aparece al realizar actividad física; pero de no resolverse puede afectar a movimientos cotidianos como subir escaleras o levantarse de una silla.

Cuando el problema aparece es aconsejable «escuchar» a nuestra rodilla y, en ese sentido, darle un descanso y evitar temporalmente las actividades que provocan los síntomas. Otras medidas domésticas como aplicar hielo también puede ayudar a controlar el dolor.

Cuando:

continúa o empeora
interfiere con tu capacidad para realizar actividades diarias de rutina
está asociado con la hinchazón o el enrojecimiento de la articulación

conviene acudir al especialista.

Causas y factores de riesgo

La tendinitis rotuliana aparece por sobrecarga del tendón rotuliano. La tensión genera pequeños desgarros en el tendón, y el organismo intenta repararlos.

Cuando los desgarros se multiplican, causan dolor debido a la inflamación y al debilitamiento del tendón.

Cuando confluyen distintos factores de riesgo se multiplica la posibilidad de sufrir tendinitis rotuliana.

Estos  son algunos:

 

  1. Corre y saltar  son los movimiento que más riesgo conllevan de provocar tendinitis rotuliana. Los aumentos repentinos en la intensidad o la frecuencia con la que realizas la actividad también aumentan la tensión en el tendón, al igual que cambiar las zapatillas para correr.
  2. La tensión de los cuádriceps y los isquiotibiales puede aumentar la tensión en el tendón rotuliano.
  3. Cuando algunos de nuestros músculos de las piernas son más fuertes que otros se pueden producir tensiones desequilibradas en el tendón rotuliano. Este desequilibrio podría causar tendinitis.
  4. La insuficiencia renal, las enfermedades autoinmunes como el lupus o la artritis reumatoidea o la diabetes debilitan la irrigación sanguínea de la rodilla, ya acaba debilitando el tendón.

Prevención

  1. Si notas dolor al realizar un determinado deporte, no juegues cuando tengas dolor.
  2. Haz ejercicios de potencia de pierna. Unos músculos fuertes son más capaces de manejarán la tensión que puede causar la tendinitis rotuliana. Bajar la pierna muy lentamente después de haber extendido la rodilla resulta especialmente útil.
  3. Ponte en manos de un profesional que te ayude a mejorar técnicamente en el deporte que te gusta practicar.

Diagnóstico

La exploración del paciente y la ubicación del punto del que parte el dolor es fundamental para el diagnóstico de la tendinitis rotuliana.

Una forma sencilla de confirmar la lesión es poner la paciente en cuclillas; si existe tendinitis rotuliana será especialmente doloroso. El dolor se localiza en la zona anterior de la rodilla y se agudiza al correr o semiflexionar la articulación.

Las pruebas de diagnóstico por la imagen como la ecografía o la resonancia magnética son de especial utilidad para examinar el estado del tendón y determinar la existencia o no de
degeneración tendinosa.

Tratamiento

El primer paso para tratar la tendinitis rotuliana es descansar de la actividad que lo provocó.

Aplicar hielo y cremas  antiiflamatorias y realizar sesiones de fisioterapia suele resultar efectivo.
Cuando estas acciones no dan resultado, se puede recurrir al  tratamiento con ondas de choque en la zona del tendón, ya que han demostrado efectividad en regeneración y recuperación de la lesión. Las infiltraciones con factores de crecimiento o ácido hialurónico también figuran como opciones terapéuticas válidas.

La cirugía se reserva para casos resistentes a las medidas anteriores. Consiste en un  desbridamiento y tenotomías longitudinales  del tendón rotuliana con el objetivo de favorecer la cicatrización y curación de la tendinitis.

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