Estenosis de canal

Descripción general

La estenosis de canal es una condición que se caracteriza por un estrechamiento del canal espinal, que ejerce presión sobre la médula espinal, porque no hay suficiente espacio para ella. El dolor causado por la estenosis generalmente se concentra en el área de las cervicales o las lumbares y produce síntomas en brazos o piernas, que suelen empeorar con el ejercicio. Lo normal es que la estenosis de canal sea progresiva y esté en relación con la espondiloartrosis.

Causas

Puede haber un estrechamiento del canal espinal genético; en estos casos hace falta poca patología asociada para producir síntomas.

Sin embargo, el principal factor que contribuye al desarrollo de la estenosis es la enfermedad degenerativa articular y del disco (espondiloartrosis), que produce ocupación progresiva del espacio por el que pasa la médula espinal produciendo su compresión.

Por supuesto puede haber otras causas para la estenosis de canal como algunas fracturas vertebrales, procesos infecciosos o reumáticos y los tumores.

Síntomas

Los síntomas de la estenosis de canal dependen del nivel al que se produzca la compresión. Si es a nivel cervical, se produce dolor en la parte posterior del cuello y con frecuencia en los brazos. Se puede acompañar de dificultad para desarrollar tareas finas con las manos, temblores e incluso dificultad para la marcha, especialmente si se asocia a mielopatía.

En caso de producirse a nivel lumbar, se produce dolor profundo en la espalda baja, glúteos y muslos, y entumecimiento o dolor intenso en las piernas. Los síntomas suelen empeorar al hacer ejercicio. Cuando la compresión es lo suficientemente importante, aparece la claudicación neurógena de la marcha, en la que el paciente debe sentarse o descansar tras haber caminado una distancia determinada. comúnmente es paciente siente que es más fácil subir que bajar escaleras y que no se cansa al montar en bici.

Diagnóstico

A continuación, se describen algunas de las herramientas de diagnóstico que su médico puede utilizar para conocer mejor su afección y determinar el mejor plan de tratamiento para su afección.

• Cuadro clínico y anamnesis: realizar un historial médico detallado ayuda al médico a comprender mejor las posibles causas de su dolor de espalda y cuello.
• Examen físico: mediante el cual el médico orienta un poco más el diagnóstico de sospecha.
• Pruebas complementarias: las radiografías suelen ser el primer paso en los métodos de prueba de diagnóstico. Las radiografías muestran los huesos y el espacio entre los huesos. Sin embargo, tienen un valor limitado, ya que no muestran músculos ni ligamentos. La resonancia magnética (RMN) suele ser la prueba complementaria de elección. Utiliza un campo magnético para generar imágenes muy detalladas del interior del cuerpo que permitirán ver dónde y cómo comprime esa hernia discal. Las pruebas de electrofisiología (electromiograma y electroneurograma principalmente) miden la conducción de los nervios a diferentes niveles y se pueden realizar como parte del estudio de diagnóstico. Miden el nivel del sufrimiento nervioso, su intensidad y su carácter (agudo o crónico). La tomografía computarizada (TAC) tiene su papel en este tipo de lesiones ya que nos permite ver con mejor definición el aspecto óseo de las lesiones.

Tratamiento

En muchos casos, el ejercicio físico guiado, la fisioterapia y el uso de infiltraciones espinales pueden controlar los síntomas durante un período de tiempo. Si los síntomas avanzan hasta un punto en que el paciente ve limitada su vida, puede plantearse la cirugía.

En el caso de la estenosis de canal cervical con daño medular (mielopatía), la cirugía será la única opción válida para evitar la progresión del daño.