Rotura del ligamento cruzado anterior: tratamiento, rehabilitación y prevención
El ligamento cruzado anterior es uno de los principales ligamentos de la rodilla y se lesiona con frecuencia. La rotura de este ligamento afecta generalmente a gente joven, sobre todo a mujeres, suele producirse con la práctica de actividades físicas que ejercen presión en la rodilla y en deportes como el fútbol, el baloncesto, el esquí y el tenis.
Para su curación, es necesaria la intervención de un equipo médico especialista que intervenga de forma multidisciplinar para asegurar una pronta recuperación con garantías: traumatólogo, médico rehabilitador, fisioterapeuta y readaptador deportivo.
Si quieres saber todos los detalles de cómo se produce una rotura del ligamento cruzado anterior, su diagnóstico, además de técnicas para su tratamiento y ejercicios para su rehabilitación y prevención, te lo contamos a continuación.
Diagnóstico y tratamiento
Las lesiones en el ligamento cruzado anterior se producen a menudo como consecuencia de un traumatismo, como en una entrada de fútbol, o debido a un cambio brusco en la dirección de la rodilla, al apoyar mal la pierna tras un salto, desacelerar súbitamente, entre otros ejemplos.
Provocan una sensación de crujido, la inflamación de la articulación, dolor, inestabilidad en la rodilla, dificultad para apoyar la pierna e incluso limitación en la movilidad de la rodilla. Para el diagnóstico de una rotura del ligamento cruzado anterior se realiza una exploración física y se utiliza la resonancia magnética ya que permite visualizar las lesiones ligamentosas y de partes blandas.
El traumatólogo será el encargado de valorar si es posible realizar un tratamiento conservador que no implique cirugía o, en su lugar, la intervención en un quirófano. En el caso de realizar una operación de ligamento cruzado anterior, se recomienda a nivel general esperar entre dos y cuatro semanas para la cirugía con el fin de mejorar los resultados.
Normalmente, la operación de ligamento cruzado anterior se realiza por artroscopia y existen dos técnicas quirúrgicas principales para sustituir el ligamento dañado por un tendón:
- Realizar un injerto autólogo de tendón rotuliano mediante la técnica HTH (hueso-tendón-hueso), muy utilizada en jóvenes y deportistas al permitir una rápida reincorporación a la vida deportiva.
- La denominada como Técnica T4, en la que se lleva a cabo un injerto de tendones de la pata de ganso, recto interno y semitendinoso para sustituir el ligamento cruzado anterior roto.
Rehabilitación
La rehabilitación de una lesión del ligamento cruzado anterior suele ser prolongada, generalmente entre cuatro y seis meses para iniciar las actividades deportivas.
En IMSKE creemos firmemente en la importancia de tratar las lesiones de rodilla y del resto del sistema musculoesquelético de forma integral, multidisciplinar y personalizada para garantizar una recuperación con seguridad y de máxima calidad.
Tras una operación de ligamento cruzado anterior, se abordará en primer lugar un trabajo de fisioterapia pautado por el médico rehabilitador y traumatólogo. En fases más agudas, se tratará de disminuir la inflamación postoperatoria y controlar el edema. Posteriormente, se buscará la recuperación funcional encaminada a conseguir un buen rango de movilidad, garantizando la integridad de la plastia con el control de carga adecuado.
Ejercicios en piscina de hidroterapia, máquinas de presión neumática, isoinerciales, magnetoterapias de alta intensidad, entre otros muchos ejemplos de técnicas y aparatología con las que contamos en IMSKE, serán de gran ayuda para la rehabilitación de una lesión en el ligamento cruzado anterior.
Readaptación
Después de una primera fase de rehabilitación con el fisioterapeuta, se debe proseguir con un trabajo de readaptación con el objetivo de conseguir una completa funcionalidad de la rodilla en todos sus complejos articulares (ligamentos, tendones y músculos) para que consiga realizar los gestos más agresivos: saltos, aterrizajes, frenadas y cambios de dirección.
Además, es conveniente fomentar la fuerza de la rodilla a nivel muscular y adaptar los ligamentos y tendones a esa carga. En definitiva, un entrenamiento específico con el fin de que la rodilla sea eficiente en esos gestos, con distintos ejercicios dirigidos a absorber impactos, generar saltos, realizar giros, pivotar, etc.
Prevención
A nivel de prevención de una rotura del ligamento cruzado anterior es fundamental tener una buena musculatura para protegernos de este tipo de lesiones, fomentando los ejercicios para fortalecer la musculatura de las piernas
En el caso de deportistas, también es aconsejable un entrenamiento previo para acondicionar al deportista a los movimientos más lesivos de su deporte con carga y fatiga, además de mejorar su fuerza, el control motor de su rodilla y el equilibrio. Igualmente, es importante utilizar un equipamiento adecuado para la práctica de cualquier deporte.
Si sufres una patología en el ligamento cruzado anterior recuerda que en IMSKE contamos con una unidad especializada en lesiones de rodilla y un reconocido equipo médico multidisciplinar con amplia experiencia en el tratamiento, rehabilitación y prevención en este tipo de lesiones. Pide cita para una valoración médica.
Palabra clave: ligamento cruzado anterior
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