El «hombro de nadador». Cómo prevenirlo
La natación es un deporte popular y único donde combinamos fuerza, tanto de los miembros superiores como los inferiores, con entrenamiento cardiovascular en un entorno acuático.
La natación está entre las actividades físicas más practicadas en Europa. Es un deporte beneficioso para la salud y apto para casi todo el mundo, pero como cualquier deporte, también puede ser lesivo si no se toman las precauciones adecuadas. Por eso es importante conocer como podemos prevenir estas lesiones.
En este artículo vamos a ver qué tipo de lesiones se suelen encontrar en natación, por qué se producen y qué se puede hacer para prevenirlas.
En la natación de competición la tasa de lesión es relativamente baja comparado con otros deportes (alrededor de 4 por 1000 horas de entrenamiento). Las lesiones de hombro son las lesiones más comunes, seguidas por la rodilla y la lumbar. Las lesiones y/o dolor de rodilla están más relacionadas con el estilo de braza, mientras las lesiones y/o dolor lumbar está relacionado con el estilo de mariposa y braza.
El dolor anterior del hombro, también llamado “El hombro del nadador”, es un problema común en natación. Sus causas parecen ser multifactoriales, incluyendo: la biomecánica de la brazada, el sobre entrenamiento y fatiga de los músculos del hombro, escápula y la espalda, y laxitud glenohumeral con inestabilidad del hombro. Otro problema frecuente es la vulneración del hombro. Las fuerzas musculares son importantes para poder mantener una función óptima de la articulación del hombro. Las lesiones en natación se suelen producir sobre todo por sobrecarga en los tejidos debido al movimiento repetitivo que causa micro traumas en los tejidos blandos.
El riesgo de dolor y/o lesión parece ser más grande en personas con una técnica inadecuada. Como prevención se recomienda un programa de movilidad, fortalecimiento y ejercicios de resistencia. Monitorización de las cargas de entrenamiento también esta recomendado.
Algunos de los factores de riesgo modificables que se han encontrado para los deportes overhead (deportes con acciones de fuerza por encima de la cabeza), natación incluida, son: falta de rango de movimiento, debilidad en los músculos del manguito rotador y las cargas de entrenamiento. La disfunción escapular también puede influir. Se recomienda trabajar estos factores en la prevención de lesiones.
Sin embargo la mayoría de los estudios científicos están hechos con nadadores de élite. Sus horas de entrenamiento son mucho mayores que las de una persona que realiza natación por ocio o de manera no competitiva, queriendo practicar la natación por salud, y por ello no podemos comparar la evidencia encontrada en los estudios al 100% con los casos de gente normal. Sin embargo, podemos utilizar la información que nos dan los estudios para entender las lesiones y sus causas en el deporte de natación.
Nuestras recomendaciones desde IMSKE para practicar la natación de una manera segura son las siguientes:
– Empieza a practicar el deporte con un profesional que te enseñe una técnica correcta.
– Trabaja la movilidad necesaria para el deporte.
– Trabaja la fuerza específica para natación, sobre todo con enfoque de trabajo de espalda, hombros y CORE.
– Siempre empieza a practicar un deporte nuevo con una progresión adecuada para que los tejidos tengan una buena adaptación a la carga.
– No aumentes las cargas de entrenamiento de una manera brusca.
– Acuérdate también descansar.
En Imske nos movemos contigo. ¿Por qué tengo que estar tranquilo ante una cirugía?