Gimnasia acrobática: cuando la espalda no es el límite
Paula es gimnasta acróbata. Trepa con brazos y piernas hasta una altura de 7 metros. Desde allí, suspendida en telas, realiza coreografías que concatenan distintas figuras acrobáticas que precisan de dosis importantes de fuerza y flexibilidad.
Cada año, Paula entrena con ilusión, y de forma especial, su espectáculo de Navidad.
Tras la función de la Navidad de 2020 Paula comenzó a ver que algo no iba bien. “Es cierto que llevo mucho tiempo yendo a distintos fisioterapeutas. Pero esta vez el dolor de espalda empezó a agudizarse, y se extendía a las piernas, que muchas veces se me dormían”.
Y llegó el día en el que Paula supo que, si quería seguir “volando”, “no podía funcionar de forma reactiva, siempre con calmantes; esa no era la solución”.
Mejorar sin cirugía
Por recomendación de un conocido, Paula llegó al Hospital IMSKE
“Al llegar le hicimos una resonancia magnética que desveló una fractura con desplazamiento en la última vértebra lumbar. Le afectaba a la médula y que comenzaba a dar síntoma en las piernas”, explica Jordi Llopis, especialista en columna y espalda y miembro del equipo de Fisioterapia y Readaptación del Hospital IMSKE.
La lesión, los síntomas y las propias necesidades de Paula apuntaban a la cirugía como posible solución.
“Desde la Unidad de Fisioterapia y Readaptación fuimos muy claros. No teníamos garantías de que trabajando con nosotros esquiváramos definitivamente la intervención quirúrgica. Pero le propusimos a Paula intentarlo”, recuerda Pablo Martínez, responsable de la unidad.
“Vamos a trabajar duro la musculatura en posiciones que se parezcan a las figuras que tú describes en tus espectáculos para estilizar esa zona. Teniendo en cuenta que, si finalmente hay que operar, el trabajo habrá sido positivo para tu recuperación”, comentó Jordi con Paula.
Ejercicios ad-hoc
El equipo de fisioterapeutas y readaptadores del Hospital IMSKE diseñó un programa de ejercicios exclusivamente pensados para Paula. El objetivo es fortalecer las zonas más comprometidas por la gimnasia acrobática que Paula practicaba. Durante meses se centraron en el control abdominal, adoptando posturas similares a las que Paula realiza suspendida de sus telas, y forzando la compensación muscular para hacer frente de forma segura a esas posiciones.
Y el dolor, simplemente, desapareció.
Paula siguió entrenando en casa con las indicaciones del equipo IMSKE. En diciembre de 2021 ofreció el mejor de sus espectáculos navideños. “Sin dolor y en el grado máximo de flexibilidad de toda mi trayectoria”, afirma sonriente.