Programa de fisioterapia oncológica: «los segundos que pueda vivir de más será gracias al esfuerzo de todo el equipo que me acompaña en IMSKE»
IMSKE ha puesto en marcha un programa de fisioterapia oncológica.
Chimo Casanova es médico. Conoce a la perfección la gravedad asociada a un tumor en el páncreas.
Hace año y medio Chimo fue diagnosticado con un cáncer de páncreas. “Me dieron ocho meses de vida”, recuerda. “Ese mismo día decidí posicionarme en el lado de la vida; en ese 10% de quienes escapan a un pronóstico tan aciago como este”.
30 kilos menos y una diarrea crónica que dificulta la ganancia de peso son solo algunos de los efectos secundarios al tratamiento oncológico por el que Chimo ha pasado. “Me quedé muy débil”.
Programa de fisioterapia oncológica en IMSKE
“La fisioterapia oncológica es un pilar fundamental en la prevención y recuperación de las situaciones complejas derivadas de la enfermedad, tanto en el momento de la detección, durante el tratamiento o después. También es crucial en el mantenimiento de la calidad de vida del paciente”, explica Susana Ripollés, responsable del programa de fisioterapia oncológica de IMSKE. En este programa, “abordamos problemas como la fatiga muscular, el déficit de movilidad, la espasticidad, las cicatrices, el dolor agudo o crónico,las disfunciones vesico-esfinterianas, las neuropatías y un largo etc en el que la fisioterapia oncológica desempeña un papel muy importante en la vida de estos pacientes”, añade.
A finales de mayo, Chimo empezó una rutina de fisioterapia en el hospital IMSKE. Desde entonces, ha recuperado cuatro kilos de masa muscular. “En IMSKE no se habla de fisioterapia, traumatología, rehabilitación…el compromiso con el paciente que entra con la puerta implica a todo el equipo, sin distinción de especialidades. El objetivo es acompañarle y hacerle sentir respaldo por ese equipo en su conjunto, desde que entra hasta el final de su proceso”, afirma Chimo.
El paciente oncológico
El paciente oncológico padece una enfermedad sistémica de una gran complejidad que abarca múltiples aspectos de su salud. Durante el proceso de la enfermedad el paciente presenta unas necesidades físicas y psicológicas que deben ser abordadas de forma integral por un equipo multidisciplinar.
“Los fisioterapeutas atendemos a los pacientes tras la cirugía, el tratamiento de quimioterapia, inmunoterapia o tras la radioterapia. Recuperamos, paliamos y mejoramos los daños que van sufriendo en su aparato locomotor a lo largo de la enfermedad, este aspecto de nuestro trabajo es muy importante. Pero es más importante si cabe estar a su lado, dándoles las herramientas y la información que necesitan en cada momento para que tengan el control de la lucha por su bienestar. Hacerles sentir que su esfuerzo y su tesón desempeña un papel fundamental en este proceso. Esto hace que el paciente se sienta emocionalmente más fuerte”, afirma Susana Ripollés. “Nuestra experiencia nos dice que los pacientes que están acompañados por un fisioterapeuta oncológico en todas las etapas de la enfermedad sienten que cuentan con un refuerzo emocional que hace que transiten el proceso con un estado anímico más estable”.
Hoy es lunes. Chimo ha comenzado la semana con su sesión de entrenamiento con el equipo de fisioterapia y readaptación de IMSKE. “Tengo claro que los segundos que pueda vivir de más será gracias al esfuerzo de todo el equipo que me acompaña en IMSKE”.